

La apertura de importaciones habilitada por el gobierno de Javier Milei agudizó la crisis en uno de los rubros clave en la industria de la construcción. En Olavarría, ciudad emblema para la producción cementera, de pisos y de ladrillos, la histórica fábrica Cerro Negro despidió a unos cien trabajadores -en rigor 96- pese a los intentos gremiales y de las autoridades de Trabajo por evitar la situación.
Las versiones habían comenzado a circular desde el lunes y se corroboraron este jueves cuando el Sindicato Obrero Ceramista de Olavarría (SOECO) paralizó actividades y reunió a trabajadores en asamblea.
Fuentes al tanto de la grave situación explicaron que a las causas de arrastre desde 2024 -freno de la obra pública y desplome del consumo que generó sobreproducción y exceso de stock- se sumó una nueva medida que fue un golpe de nocaut: “Los terminó de hundir que se liberó la importación por porcelanato” graficaron.
La crisis iniciada el año pasado había llevado al cierre de la tradicional fábrica Ladrillos Olavarría Sociedad Anónima (LOSA), perteneciente al grupo Sociedad Comercial del Plata – también dueña de Cerro Negro.
La decisión provocó el despido de 45 empleados contratados y la reubicación de otros 60 trabajadores de planta de Cerro Negro. Tras los feriados de carnaval, suspendieron a 50 trabajadores de la línea de producción de ladrillos por unos 20 días, según informó el sitio local Central de Noticias.
Pero el problema se agravó y ahora comenzaron a llegar los telegramas de despidos: “No pudieron reubicar nunca a medio centenar de trabajadores que venían de Losa y tenían entre 70 y 80 personas a las que no podían asignarles tareas” explicaron fuentes cercanas al conflicto.
FUENTE: Infocielo.