El Senado bonaerense vive un inesperado impasse político, por la falta de respuesta de la vicegobernadora y presidenta del cuerpo, Verónica Magario, al pedido de sesión extraordinaria presentado por distintos sectores del peronismo para mañana martes 16 de diciembre. Sin fecha oficial, la convocatoria podría demorarse hasta marzo.

La semana pasada un grupo de senadores alineados con Cristina Fernández de Kirchner presentó una carta formal dirigida a Magario solicitando que llame a sesionar con el objetivo de definir las autoridades de la Cámara alta y tomar juramento a legisladores pendientes, entre otros temas estratégicos.

El pedido del kirchnerismo apunta a cerrar la conducción del Senado bonaerense, que quedó pendiente desde la Sesión Preparatoria del 9 de diciembre, cuando se tomó juramento a las y los nuevos senadores pero no se definieron las vicepresidencias ni la jefatura de los bloques.

Desde este sector del peronismo, señalaron que además buscan tratar proyectos clave del gobernador, Axel Kicillof, como la creación de una empresa estatal de emergencias sanitarias y un laboratorio provincial de medicamentos, ambos con media sanción de Diputados y con dictámenes ya emitidos por las comisiones permanentes del Senado bonaerense.

El motivo de la demora se centra en la falta de consenso dentro del propio oficialismo. El sector kirchnerista y otros espacios del peronismo bonaerense no terminan de cerrar acuerdos con la conducción de Magario ni con otros jefes de bloque, lo que postergó la oficialización de autoridades y el armado del temario.

Tensión en el PJ

La discusión sobre autoridades no es un mero trámite: implica definir no sólo las vicepresidencias del cuerpo sino también la jefatura de cada bloque, lo que impacta en la correlación de fuerzas interna y en la conducción política de la Cámara alta.

Desde el kirchnerismo proponen a la exdiputada nacional Fernanda Raverta como titular de uno de los bloques mayoritarios y también aspiran a que figuras como Sergio Berni ocupen una de las vicepresidencias, en medio de un tira y afloje con otros sectores peronistas.

Mientras que, el kicillofismo busca imponer a la senadora Ayelén Durán en la vicepresidencia primera, un lugar clave en la vía sucesoria del mando de la Cámara alta. Para este sillón, también se quieren anotar Mario Ishii por parte de La Cámpora y Malena Galmarini por el sector del Frente Renovador.

En tanto, la oposición mira con atención y cierta molestia la prolongada negociación interna. Para bloques como la UCR, PRO o La Libertad Avanza, la falta de convocatoria dilata el tratamiento de proyectos que tienen media sanción en Diputados y podrían perder estado parlamentario si no se tratan durante el período extraordinario.

“Es necesario que el Senado bonaerense funcione con normalidad”, expresaron desde sectores opositores, que sostienen que la interna oficialista no puede seguir postergando el trabajo legislativo en un momento clave de la gestión provincial.

Lo cierto es que la sesión pendiente se transforma en un termómetro político: más allá de la formalidad de elegir autoridades, la convocatoria servirá como espacio de negociación para destrabar otros temas que el oficialismo quiere avanzar antes de fin de año.

FUENTE: Diputados bonaerenses.