El 12 de diciembre se celebra en Argentina el Día de la Maquinaria Agrícola, una fecha que se remonta a 1951, cuando el Decreto 25.056 declaró a la fabricación de maquinaria y repuestos agrícolas como industria de interés nacional.
Desde entonces, esta jornada reconoce el aporte estratégico de la metalmecánica al desarrollo productivo del país y al papel decisivo que cumplen sus innovaciones en la producción de alimentos.
En este contexto, a través de un artículo compartido por Expoagro, Hernán Ferrari, investigador en maquinaria agrícola del INTA y referente indiscutido en tecnología aplicada al campo, invita a reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro de la innovación agropecuaria.
A partir de su mirada, analiza cuáles fueron los cambios más trascendentes y cuáles son los desafíos que ya están moldeando el futuro del agro argentino.
Para Ferrari, no hay un solo momento clave que definió la evolución de la producción en Argentina, sino tres, según el siguiente detalle:
En este contexto, Ferrari explicó que el desafío central es enorme: alimentar a una población mundial que crecerá entre 1.500 y 2.000 millones de personas hacia 2050.
La genética ofrece híbridos que prometen rendimientos de 20 o 25 toneladas de maíz por hectárea, pero aún no se logra alcanzar ese potencial en el campo. ¿Por qué? Porque falta mejorar todos los pasos previos a la cosecha: nutrición y condición del suelo, manejo de plagas, calidad de siembra, fertilización, y fundamentalmente la incorporación masiva de tecnología.
“El desafío es clave: las máquinas van a tener que incorporar sensores de suelo que midan nutrientes, pH, humedad, temperatura y todos los elementos que condicionan el crecimiento de un cultivo”, detalló.
La precisión permitirá ubicar cada semilla en el lugar, forma y momento correcto. A eso, se suma la detección de plagas, los controles sustentables y la reducción de la compactación del suelo, uno de los grandes enemigos de la productividad global.
Según el especialista, si se integran estas tecnologías, Argentina puede -y debe- llegar al 2050 siendo un actor central en la provisión de alimentos al mundo.
Un dato clave surge de los estudios del INTA: hace cinco años, Argentina ocupaba el puesto 15 en el ranking mundial de desarrollo de tecnología agrícola. El último informe, correspondiente a 2025, revela un salto significativo: el país se ubica ahora en el puesto 11 entre 194 naciones.
FUENTE: InfoCampo.