Luego de casi ochos años de ausencia en los mercados de deuda en moneda extranjera, Argentina logró captar U$S 1.000 millones, con la colocación de un nuevo bono a cuatro años, emitido bajo legislación local y con un cupón del 6,5%. El rendimiento al precio de corte resultó en una tasa anual de 9,26%.
La licitación generó un marcado interés: se recibieron ofertas por más de U$S 1.400 millones, provenientes de más de 2.500 inversores.
"La tasa es equivalente con un diferencial de 550 puntos básicos por encima de los bonos del Tesoro Americano de igual duración, o unos 100 puntos básicos por debajo del rendimiento de los bonos existentes con duración similar.
Esto refleja el valor asignado a la estructura de mercado, con amortización íntegra al vencimiento y una demostrada confianza de los inversores en las mejoras de fundamentals económicos", anunció Ministerio de Economía.
Se trata de un rendimiento levemente por encima de lo que esperaba el ministro de Economía, Luis Caputo, quien este martes dijo en un encuentro con inversores, que pensaban conseguir financiamiento con un rendimiento final levemente por debajo o igual al 9% anual.
Entre los operadores se esperaba con confianza que el Gobierno lograra la colocación, cuyo producido irá a financiar las amortizaciones de Globales y Bonares 2030, en enero de 2026. Ese vencimiento es de unos U$S 1.200 millones. Quedarían otros U$S 3.600 por resolver.
Pero más allá de que Buenos Aires esté ensayando una colocación pura en dólares, con bonos de legislación local, el equipo de Finanzas está poniendo en marcha un test más importante, que es ver la posibilidad de regresar a los mercados sin la necesidad de haber acumulado reservas internacionales. El rendimiento que ofreció el Bonar, todavía estaría algo caro para Nueva York.
Matías Waitzel, socio en AT Inversiones dijo que "el resultado de la licitación del Bono del Tesoro Nacional en dólares 6,50% 2029 finalmente estuvo en línea con lo que esperaba el mercado, lo que permite considerarlo como un buen punto de partida para futuras emisiones".
"En concreto, se adjudicaron U$S1.000 millones sobre un total de ofertas por U$S 1.420 millones, lo que demuestra que la demanda fue sólida, aunque más moderada de lo que se rumoreaba. Este resultado ayuda a reconstruir cierta confianza de los inversores, al volver al mercado de deuda en dólares sin tensionar las reservas del Banco Central de la República Argentina, tal como lo planteó la autoridad", explicó.
En ese sentido, dijo que "puede calificarse como 'un buen puntapié' para eventuales nuevas licitaciones", y agregó que "en un contexto de búsqueda de refinanciamiento ordenado, el bono igualmente salió algunos puntos por debajo de la curva lo cual es una muy buena señal".
FUENTE: Ámbito.