A las 10:14, el presidente de la Cámara de Diputados Alexis Guerrera reinició la sesión que había quedado en cuarto intermedio desde el miércoles cediéndole la palabra al presidente del bloque Unión por la Patria Facundo Tignanelli. 39 eran los legisladores sentados en sus bancas, no había quórum necesario. Dieron el presente los 37 diputados de Unión por la Patria y se sumaron 2 de Nuevos Aires (Gustavo Cuervo y Viviana Romano), lejos de los 47 necesarios para sesionar.
El Senado pudo comenzar a sesionar, votaron algunos proyectos de poca relevancia por espacio de 27 minutos y pasaron a cuarto intermedio sin dar por finalizada la sesión. Esto responde a que Verónica Magario, vicegobernadora y presidenta del Senado, recibió un llamado de Calle 6 para que agote las instancias y poder aprobar el endeudamiento que estaba previsto en la llamada “Ley Corta” o “mini presupuesto” que ingresó el Ejecutivo en junio pasado y quedó dormido en un cajón de la Cámara Alta.
LA PALABRA DE TIGNANELLI
Tignanelli, cuestionó a los bloques opositores por impedir el avance de la Ley de Financiamiento y advirtió que, pese a los llamados al diálogo del oficialismo, “hay una voluntad de que no se pueda llevar adelante una ley fundamental para la provincia”.
Durante su alocución en la fallida sesión, el legislador camporista remarcó que desde el Ejecutivo y la Cámara baja se hicieron “todos los intentos” para acercar posiciones.
“En estas 24, 36 o 48 horas que pasaron desde el último día que estuvimos en este recinto hasta este momento, se exigía diálogo. Y se han hecho todos los intentos: desde esta Cámara, los ministros, las leyes, todo el equipo del gobernador”, sostuvo.
Tignanelli apuntó directamente contra la oposición:
“Me parece que hay una voluntad de que no se pueda llevar adelante esta ley que es fundamental para la provincia”, afirmó, y pidió que los bloques opositores “entren en razones” para retomar las negociaciones y alcanzar el consenso necesario.
El diputado recordó que la iniciativa requiere una mayoría especial de dos tercios en ambas cámaras y aclaró que el proyecto “no es una imposición del Poder Ejecutivo”.
“La ley de financiamiento tiene deudas que no contrajo este gobierno. Se contrajeron en una gestión donde quienes hoy tendrían que estar acá sentados dando el debate y no se sientan, eran oficialismo”, enfatizó.
Por último, llamó a los legisladores opositores a asumir “su responsabilidad histórica”:
“Fueron electos por el pueblo, no para defender sus propios intereses, sino los de las y los bonaerenses”, cerró.
CÓMO SIGUE TODO
En la Cámara de Diputados ya está redactado el pedido de extraordinarias para el martes 2 de diciembre y se hará oficial en las próximas horas. Ese es el tiempo límite que tiene el oficialismo para poder sacar el Financiamiento (endeudamiento) antes del recambio legislativo y tener una Legislatura más hostil.
Los negociadores del oficialismo intentarán nuevamente acercar posiciones. Los alfiles legislativos, Alexis Guerrera y Rubén Eslaiman por el massismo, Facundo Tignanelli por La Cámpora, y los representantes del Ejecutivo, el ministro Gabriel Katopodis y el intendente Mariano Cascallares, buscarán acordar con los sectores opositores. De estas negociaciones dependerá la sesión del martes.
Las trabas siguen siendo las mismas que había cuando comenzaron a negociar: cargos en empresas y organismo provinciales y el fondo para intendentes.
EL POROTEO DEL RECINTO
Vale aclarar que el Presupuesto y la Ley Impositiva necesita una mayoría simple en la votación que encaren los 92 diputados que componen la Cámara Baja, es decir más votos a favor que en contra. No es el caso del Financiamiento o endeudamiento, dado que el Ejecutivo está pidiendo autorización para tomar deuda, debe ser aprobado por los dos tercios de los presentes, es decir 61 voluntades.
En Diputados, la matemática es clara: de las 92 bancas, el oficialismo de Unión por la Patria (UP) controla 37. Para alcanzar los 62 votos necesarios en caso de recinto completo, el gobernador necesita asegurar 24 manos no peronistas. Las posibles ausencias opositoras, como siempre, juegan a favor del Ejecutivo, porque reducen el número necesario para llegar al tercio.
El mapa opositor está distribuido en múltiples bloques: PRO (13), La Libertad Avanza (12), UCR + Cambio Federal (9), Somos Buenos Aires y Unión y Libertad (6 cada uno), Nuevos Aires y Coalición Cívica (3 cada uno), FIT (2) y Derecha Popular (1).
En el poroteo, sin votos del PRO o la Libertad Avanza, el oficialismo no llega a los dos tercios.
En la Cámara Alta el ecosistema político es más reducido: UP tiene 21 senadores, el PRO 9, UCR + Cambio Federal 6, LLA 4, UyL 3, Somos 2 y Derecha Popular 1. Si se replicara el esquema de Diputados, el oficialismo podría alcanzar 26 votos con Somos y UyL, quedando a cuatro de los 31 necesarios.
Por eso, la llave final la sigue teniendo el PRO y la UCR, y difícilmente el expediente llegue al Senado sin antes tener acordada la ingeniería política completa con esos sectores.
FUENTE: Infocielo