

Con el avance de la primavera y a medida que se aproxima el verano, el clima ya muestra sus tradicionales cambios: comenzaron los fuertes calores y también se intensifican las condiciones de humedad, luego de un invierno más lluvioso que de costumbre.
Este es el contexto ideal para que proliferen los mosquitos y, por ende, las enfermedades que estos insectos pueden transmitir: dengue, zika o chikungunya, en el caso de las más conocidas en humanos; y enceflomielitis equina en los caballos.
En 2023, un brote de esta enfermedad sacudió a nuestro país, incluso con un caso en el que se detectó este virus en una persona, por lo que ya comenzaron las alertas preventivas, con el foco puesto en la necesidad de la vacunación.
Para refleja lo sucedido hace dos años, en San Antonio de Areco, un pequeño productor rural recordó con angustia aquella madrugada en la que “la yegua no se movía; el potrillo la olfateaba, la empujaba, esperando que se levante. Fue terrible”.
Una historia similar se vivió en el Partido de 25 de Mayo, donde Gustavo Azpeitia, de Estancia Vallimanca, atravesó momentos difíciles con su caballada.
“Nos apareció un caso bastante crítico, dentro de varios que tuvimos, y ese nos cobró la vida de un caballo. Después, un potrillo de ocho meses también murió. Estoy hablando de unos 120 caballos en total, así que dentro de todo creo que la sacamos bastante barata para lo que fue”, relató.
FUENTE: Infocampo.