

La actualización periódica para que las asignaciones familiares acompañen en este mes las variaciones salariales, dejará afuera de la percepción del subsidio a 22% de los remunerados en blanco, en general clasificados por las pirámides socioeconómicas como de clase alta y media alta.
Los cargos directivos y de supervisión, ciertos puestos gerenciales, especializados en informática, marketing y gran parte del escalafón bancario y de fintech no sólo con el ajuste de setiembre estarán al margen de que les liquiden los $14.223 por cónyuge, $12.340 por hijo, o $68.341 nacimiento, $408.616 por adopción y $102.330 por matrimonio que regirán desde este mes, sino que también les retendrán impuesto a las ganancias.
Para acceder a una asignación familiar en la liquidación de sueldos de octubre, el ingreso máximo individual permitido fue fijado en $2.403.613 brutos, mientras que el tope total del grupo familiar se fijó en $4.807.226, según la Resolución 318/25 de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).
De todos modos, el atraso salarial acumulado en el año, llegado julio, ubicó la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) en $1.510.680,81, casi en línea con la pretensión transmitida en la encuesta con la que se elaboró el último Index del Mercado Laboral de la consultora Bumeran.
Pero por debajo del límite establecido en octubre para cobrar las asignaciones familiares, inclusive si se tomase un 5% promedio para el incremento trimestral pactado, se agregarían $75 mil en números redondos., ubicándolo en casi $ 1.600.000.
FUENTE: NA.