

La jornada de ayer en Nueve de Julio fue tensa. Un grupo de productores se manifestó de forma enérgica frente al municipio, exigiendo respuestas frente a la crítica situación hídrica que afecta a los campos de la región. Un día después, la intendenta María José Gentile reflexionó sobre los reclamos, la gestión municipal y las dificultades que enfrenta el distrito ante la crisis.
Gentile reconoció la desesperación de los productores, muchos de los cuales se enfrentan a campos anegados y a un futuro incierto. Sin embargo, la intendenta remarcó que, si bien entiende el malestar, la modalidad del reclamo no fue la más adecuada. “Es una forma de expresión que tiene sentido por la angustia, pero no es mi estilo recurrir al enfrentamiento ni a la violencia. La mejor forma de resolver estos problemas es a través del diálogo y de acciones concretas”, expresó.
Gentile explicó que, si bien la colaboración de la provincia es relevante, aún se sigue luchando con los recursos disponibles. “Nos gustaría contar con más respaldo desde la Nación, pero seguimos gestionando lo que tenemos. La situación es grave, pero no nos detenemos”, afirmó.
Obras en marcha
Gentile destacó la decisión del gobierno de continuar con las obras de la cuenca del Salado, luego de años de reclamos por parte de productores, ciudadanos y diversos intendentes. Según la jefa comunal, esta es una noticia muy positiva, aunque con un sabor amargo, ya que las obras deberían haberse iniciado mucho antes.
“La situación se hubiera mitigado mucho si se hubieran comenzado a tiempo. Hubiera ayudado muchísimo, ya que el dragado del Salado llevará aproximadamente un año, y este proceso ya lleva desde febrero o marzo”, comentó Gentile, subrayando la urgencia de las obras.
En cuanto a las obras del “Nodo Bragado”, Gentile explicó que son fundamentales para el drenaje adecuado de la zona de Nueve de Julio, especialmente para áreas como la de El Tejar, La Niña y San Emilio. “Es un proyecto de más de 30 años, que recién hoy estamos viendo que podría licitarse a corto plazo”, aseguró.
La intendenta agregó que las obras hidráulicas son fundamentales para asegurar que el agua pueda escurrir correctamente hacia el Salado, lo que también permitirá evitar inundaciones en zonas cercanas.
Por otro lado, se refirió a la colaboración constante con otros municipios de la región, como Bragado, Carlos Casares y 25 de Mayo, con quienes se han mantenido reuniones de trabajo para coordinar esfuerzos. En este sentido, Gentile resaltó que, aunque cada municipio tiene sus propios desafíos, el problema es regional, y no se debe ver como un problema aislado de un solo distrito. “Los Toldos, por ejemplo, hoy tienen dificultades que antes no se daban. Estamos todos interconectados, y debemos trabajar de manera conjunta”, agregó.
Gentile también destacó que el cambio climático y la alteración de los cauces naturales han modificado la dinámica del agua. “Lo que antes era una certeza sobre cómo fluía el agua ya no lo es. La situación ha cambiado, y es necesario adaptarse a esta nueva realidad”, señaló.
Sobre la denuncia que involucra a varios intendentes de la región, la intendenta de Nueve de Julio expresó que aún no ha recibido notificación oficial, pero aclaró que está dispuesta a colaborar con las autoridades para aclarar cualquier situación. “En cuanto nos llegue la denuncia, la analizaremos y daremos nuestra respuesta”, afirmó.
La funcionaria también abordó el tema del organigrama municipal, mencionando que es necesario un rediseño estructural que permita una mayor agilidad y eficiencia en la gestión pública. “La dinámica de trabajo en los municipios ha cambiado mucho, y hoy se necesita un enfoque más flexible y técnico para abordar las necesidades de la población”, explicó.
Falta de absorción del suelo
Uno de los principales desafíos que enfrenta el municipio es la falta de capacidad de absorción del suelo. La acumulación de agua debido a las lluvias intensas ha generado una crisis sin precedentes.
Gentile detalló que en las últimas semanas las lluvias no han sido de 10 milímetros, sino de 50, 60 o hasta 100 milímetros en un solo evento, lo que hace que el agua se estacione sobre los campos, sin poder infiltrarse en el suelo saturado. “La situación se complica cuando el agua no tiene por dónde irse. Los suelos están saturados y, a pesar de que hemos tenido días de sol, las lluvias continuas han generado un efecto acumulativo devastador. Esto afecta tanto a los productores como a las comunidades”, indicó.
Pese a los avances en las obras, Gentile subrayó que las soluciones no son inmediatas. “Lo que necesitamos ahora es seguir trabajando en conjunto. No podemos esperar resultados instantáneos cuando enfrentamos lluvias tan intensas y suelos tan saturados. Las prioridades se definen de acuerdo a las necesidades más urgentes, pero los tiempos de respuesta no son los que desearíamos”, señaló.
La intendenta también destacó que muchos productores ya están colaborando activamente con el municipio, gestionando directamente las ayudas que se pueden proporcionar desde el gobierno local. “Entiendo la frustración, pero el diálogo y la cooperación son la única forma de superar esta crisis”, indicó.
FUENTE: Cadena Nueve.