

La multinacional Kimberly-Clark cerró sin previo aviso su planta ubicada en el Parque Industrial de Pilar e informó que trasladaría la actividad a su establecimiento en San Luis. En total, fueron despedidos 220 trabajadores.
La medida fue comunicada a través de telegramas, en medio del desconcierto total del personal. El sindicato de Papeleros calificó el accionar como “una decisión arbitraria” y ya inició medidas de fuerza para revertir la situación.
La planta afectada producía toallitas húmedas y protectores diarios para marcas de consumo masivo como Huggies, Kleenex, Scott y Plenitud.
El viernes anterior al cierre, la empresa había suspendido la actividad bajo el argumento de tareas de mantenimiento en una subestación eléctrica. Sin embargo, al día siguiente, comunicó oficialmente el cierre definitivo del establecimiento.
Desde la compañía de artículos de cuidado persona, que produce localmente para el mercado interno y exporta a la región, señaló que “se centralizará la producción y se trasladarán los activos de Pilar a San Luis”. Sin embargo, conservará el centro de distribución Bagual en Pilar, que “continuará con su operación como se venía realizando y se consolida como un pilar clave de logística en la Argentina con un rol estratégico, no solo por su ubicación, sino porque es el centro más moderno de Kimberly-Clark en América Latina y uno de los mejores en la industria”, destacaron.
Beneficios fiscales
La decisión fue celebrada en San Luis. El gobernador, Claudio Poggi, destacó la promesa de inversión para la provincia que ofrece beneficios fiscales a las empresas que se radican en el distrito. Según el mandatario, la decisión se tomó tras una visita que realizó el 4 de diciembre a la fábrica, donde se reunió con los ejecutivos de la multinacional.
En tanto, el Sindicato de Papeleros denunció 200 despidos comunicados el fin de semana de forma sorpresiva y apuntó que la empresa interrumpió su actividad bajo el argumento de que realizaría tareas de mantenimiento. Ya realizó una presentación al Ministerio de Trabajo provincial, solicitando una audiencia con carácter de urgencia. Y recordó que en 2018 hizo lo mismo con el establecimiento que operaba en la localidad bonaerense de Bernal, con 200 empleados desvinculados en ese entonces.
Mientras tanto, el conflicto sigue abierto y se esperan definiciones en las próximas horas. Los trabajadores organizan protestas en la puerta del predio y preparan presentaciones ante el Ministerio de Trabajo.
FUENTE: La Trocha Digital.