

El avance de la oposición en la Cámara de Diputados, que dio un duro golpe a Javier Milei al aprobar un aumento de las jubilaciones y la moratoria previsional, desató una rápida reacción del presidente. “Esperemos que los senadores no apoyen esta demagogia populista”, publicó en su cuenta oficial de X. Y remató: “De cualquier forma, nuestro compromiso es vetar cualquier cosa que atente contra el DÉFICIT CERO. Fin.”
La iniciativa aprobada contempla una suba del 7,2% en los haberes previsionales y un aumento del bono mensual, que pasaría de $70 mil a $110 mil. También incluye la renovación por dos años de la moratoria previsional que el Gobierno había decidido dejar caer. Ahora el proyecto será debatido en el Senado, donde Unión por la Patria está a solo tres votos de conseguir la mayoría.
La medida fue aprobada con 142 votos afirmativos, 67 negativos y 19 abstenciones, tras una jornada de negociaciones entre los bloques de Unión por la Patria, Encuentro Federal, Coalición Cívica, Democracia Para Siempre (sector crítico de la UCR) y el Frente de Izquierda. La restitución de la moratoria logró 111 votos positivos, contra 100 en contra y 15 abstenciones.
En minoría, La Libertad Avanza advirtió que el costo fiscal del proyecto rondaría el 1,8% del PBI, y volvió a esgrimir que “no hay plata”. Sin embargo, la sesión fue habilitada gracias al respaldo de tres diputados radicales disidentes: Natalia Sarapura, Fabio Quetglas y Julio Cobos.
La sesión dejó al descubierto las fracturas en el frente legislativo que acompaña al oficialismo. Algunos aliados históricos, como la dupla sanjuanina cercana al gobernador Marcelo Orrego, se dieron vuelta. Lo mismo ocurrió con varios integrantes del PRO, incluso sectores referenciados con Mauricio Macri, que optaron por abstenerse.
Ante este escenario, un eventual veto presidencial podría volver a reunir a los mismos actores y someter la iniciativa a una pulseada final en la cámara alta.
FUENTE: Letra P