Tras aprobar una batería de pliegos judiciales, el Senado bonaerense tendrá el próximo martes a partir de las 15 su segunda sesión ordinaria del año, con la intención de tratar alguno de los dos proyectos de ley que buscan habilitar las reelecciones indefinidas en la provincia de Buenos Aires.

A falta de la oficialización del temario, todo parece indicar que la sesión de la próxima semana tendría como plato principal la habilitación de las reelecciones indefinidas, una iniciativa que está en boca de todos los legisladores y que encuentra sendas opiniones divididas.

Mientras el PRO, La Libertad Avanza y parte del radicalismo se mostró en contra de eliminar la limitación de cargos electivos para las personas que tengan en su haber dos mandatos consecutivos, el peronismo puja por habilitarla las reelecciones indefinidas. Sin embargo, como es tradicional en este año electoral, dentro de Unión por la Patria hay dos vertientes contrapuestas.

Por un lado, el kirchnerismo ingresó un proyecto de ley de la mano del senador Luis Vivona, para habilitar las reelecciones indefinidas de legisladores, concejales y consejeros escolares, pero no para intendentes. Frente a esta iniciativa, el gobernador Axel Kicillof elevó una propuesta firmada por su alfil Ayelén Durán, para incluir a los alcaldes en la ecuación, lo que terminó generando la caída de una sesión.

En ese sentido, el peronismo está ante un doble problema. Es que, además de definir si prevalecerá el proyecto kirchnerista de reelecciones indefinidas o si se avanzará con la normativa del Ejecutivo provincial para sumar a los intendentes en esta modificación de la Ley Electoral, también deberá abrocharse los votos para asegurarse que la iniciativa, sea cual sea, termine siendo sancionada.

Con relación al primer conflicto, el proyecto de Vivona cuenta con la ventaja de que ya fue despachado en comisiones, gracias al apoyo del bloque libertario dialoguista, por lo que está en condiciones de ser tratado en el recinto, a diferencia del texto de Durán que todavía no pasó por ningún cuerpo parlamentario. Por ende, si los senadores de Kicillof quieren que el proyecto sea tratado en sesión, deberán apurar a la comisión de Legislación General para que trate y apruebe la normativa.

La idea de que el proyecto de Kicillof pase primero por comisiones y no sea enviado al recinto, responde a los ajustados números que tiene el peronismo en el Senado bonaerense. De llegar a la Cámara alta sin tener dictamen, significaría que la normativa tiene que tener obligatoriamente el visto bueno de dos tercios de las bancas, algo que el Gobernador sabe que es prácticamente inalcanzable.

En relación a los votos, fuentes del bloque oficialista sostuvieron a raja tabla que le dan los números en ambas Cámaras de la Legislatura, por lo que el peronismo a priori tendría blindada la sanción definitiva del proyecto. No obstante, Unión por la Patria no descarta la ausencia de algún legislador en la sesión, lo que dejaría un escenario menos ajustado para conseguir la mitad más uno de los votos.

FUENTE: Diputados bonaerenses.