

La Dirección de Bromatología de la Municipalidad de Nueve de Julio desarrolló un innovador proyecto en su laboratorio junto a una pasante de educación secundaria técnica. El trabajo se centró en el análisis y control de la triquinosis en animales para consumo humano y en la detección de arsénico en el agua, dos aspectos esenciales para la seguridad alimentaria.
Según la directora de Bromatología, Guadalupe D´Acunto, esta experiencia “busca fomentar el interés por la ciencia y la tecnología, además de desarrollar habilidades prácticas como la comunicación, el trabajo en equipo y la resolución de problemas”. La iniciativa permite a los jóvenes aplicar conceptos teóricos en situaciones reales, ampliando sus conocimientos y preparándolos para futuros desafíos profesionales.
Este proyecto se enmarca en un programa piloto de aprendizaje práctico, que continuará en los próximos años. La experiencia refleja el compromiso del municipio con la formación integral de los estudiantes, mediante la colaboración con instituciones educativas de la ciudad y el partido, fortaleciendo así el vínculo entre educación y ciencia.
De esta manera, el municipio sigue apostando al desarrollo de jóvenes talentos, brindándoles herramientas valiosas para su futuro y reafirmando su compromiso con la salud pública y la seguridad alimentaria de la comunidad.